En el día Mundial del Medio Ambiente exploramos los detalles de este municipio situado en el llano de secano de la comarca del Bajo/Baix Cinca
La relación del municipio de Candasnos y el aprovechamiento del agua, no es algo que se realice por una moda pasajera o por algún concepto de «greenwashing». Este pueblo situado en el llano de secano de nuestra comarca, lleva décadas optimizando el aprovechamiento del agua, como muchas de las zonas más áridas de nuestro país.
Hoy en día, la «Balsa Buena» es un punto de interés para visitantes al municipio. Se trata de un aljibe para la recogida y almacenamiento de agua de lluvia. Es una obra excavada de planta circular, de unos 20 metros de diámetro, realizada con grandes sillares de piedra. Antiguamente era el suministro de agua de boca para los vecinos del pueblo y, hoy en día, está destinado para el consumo del ganado.
Tal y como explica su alcalde, Santiago Guallarte, antaño había tres balsas. La primera, situada donde se encuentra el actual pabellón polideportivo, recogía el agua que bajaba del monte. Ahí se asolaba buena parte del barro y después, se canalizaba el agua hasta la Balsa Buena, que al estar fraguada es de donde bebía la gente. De esta segunda, cuando rebosaba, se conducía el agua a otra balsa denominada de las mulas y destinada para el consumo de animales, ubicada donde se encuentra la actual piscina municipal. Todo un sistema de embalsado para aprovechar totalmente el agua y no desperdiciar ni una gota.
Del mismo modo, la balsa principal que se utilizaba antiguamente para consumo humano, no se limpiaba de fango hasta que estuviera totalmente vacía, todo pensado para no desperdiciar ni una gota de agua. Se dividía en quiñones, como si de quesitos del Trivial se tratara, y cada núcleo familiar se encargaba de una parte. De este modo, el barro se iba extrayendo y acumulando alrededor del aljibe.
Candasnos es una villa de la comarca del Bajo/Baix Cinca, situada en la Depresión del Ebro. Ubicado en una paramera donde permanecen los restos de las antiguas balsas, el paisaje de secano predomina en el horizonte. Debido a su entorno seco, son numerosos los restos de balsas antiguas para el almacenamiento de agua.
Las primeras huellas de civilización de Candasnos datan del 900 a.C. (Bronce Final y Primera Edad del Hierro) y se encuentran en los yacimientos de Valdeladrones, Tozal de los Regallos (perteneciente a la cultura de los Campos de Urnas) y Cabeza la Vieja. Las piezas halladas se exhiben en el Museo Provincial de Huesca y en el Arqueológico Nacional de Madrid.