Noé Pérez Mallafré, un devoto practicante del carpfishing con más de dos décadas de experiencia, finalmente vio cumplido su sueño el pasado 8 de diciembre en el emblemático embalse de Mequinenza, Zaragoza. Después de años de dedicación a esta modalidad de pesca, logró capturar una royal, una codiciada variedad de carpas que le había eludido hasta el momento.
La hazaña tuvo lugar durante una jornada de pesca desde una embarcación en el embalse, donde Noé, apasionado pescador, había preparado cuidadosamente la zona dos días antes con semillas y boilies. En una gélida mañana, bajo temperaturas cercanas a cero, comenzaron sus esfuerzos.
«La jornada fue fría. Comenzamos a las 8 de la mañana, estábamos bajo cero, y las horas pasaban sin picadas. Poco después se despejó la niebla y hacia las 11 de la mañana, el sol calentó el agua, y comenzaron a picar las carpas», relata Noé.
La paciencia dio sus frutos cuando logró atrapar una carpa de 16 kilos, seguida por otra de 18 kilos. Sin embargo, la sorpresa más emocionante estaba reservada para más tarde, alrededor de las 14:00 horas, cuando una intensa pelea con el carrete reveló la presencia de la codiciada royal.
«Fue cuando asomó este gran ejemplar. Esto hace que cada día tengamos más ganas y solo deseemos ir a pasar frío y tener esta recompensa. Esto es el carpfishing», comparte entusiasmado Noé.
Aunque Noé optó por no revelar el peso exacto del ejemplar, subraya que lo más valioso de la experiencia fue lograr capturar esta rara especie en Mequinenza y en condiciones meteorológicas desafiantes.
En línea con la ética del carpfishing, Noé se fotografió con su captura antes de devolverla cuidadosamente al agua. Su gesto refleja el respeto por la naturaleza y la preservación de estas especies tan codiciadas.
