Los de Tito Peinado protagonizan un emocionante duelo con
el que se han ganado el derecho a vivir su sueño: jugar contra un equipo de
Primera División. Se trata de la página más importante que se escribe en la
historia del club
Lo avisó Tito Peinado en esta entrevista para el Diario del Bajo Cinca y se ha cumplido: estaban convencidos de que iban a pasar de la fase previa de la Copa del Rey y, además, se cumplió el plan de adelantarse desde muy temprano. Y dicho todo esto, procedo con lo importante: el sueño se ha hecho realidad y los chicos del Ontineña CF han firmado una de las páginas más gloriosas de su historia venciendo al Baztán en un partido de infarto que se decidió en la lotería de la tanda de penaltis. Y resulta que el gordo se vendió en el Bajo/Baix Cinca.
Ganar en tierras navarras, contra todos los elementos, permite ahora que el equipo conozca hoy mismo (10 de octubre) qué equipo de primera división será su siguiente rival. No son palabras menores: estamos hablando de que Ontiñena es la localidad más pequeña que llega a este punto en los 121 años de historia de la competición. Es decir, todas las veces que se pronuncie la expresión “sin precedentes”, serán pocas.
En lo que respecta estrictamente al partido, al que también se apuntó la lluvia para darle más épica si cabe, el Ontiñena cumplió con el plan trazado: arrancar con fuerza para poner el duelo a su favor lo antes posible y así gestionar mejor los nervios asociados a la cita. Y dicho y hecho: el reloj no había alcanzado todavía los 15 minutos y Oriol se encargaba de poner las cosas de cara, desatando el éxtasis del centenar largo de aficionados ontiñenenses desplazados para la ocasión.
Sin embargo, pasó lo que tenía que pasar: el Baztán, alentado por una hinchada también entregada, no tardó en reaccionar. A base de centros con mucho peligro y acciones a balón parado, apretaron hasta que dicha presión desembocó en el empate: llegó en el 36 con un cabezazo inapelable que igualó el marcador. A partir de ahí, es cierto que el Ontineña sufrió para mantener la igualdad, algo esperable; pero es que todavía quedaba otro factor en contra más con el que torear: se quedó con un hombre menos tras la expulsión de Baringo, lo que supuso, nada menos, verse en inferioridad durante 70 minutos (prórroga incluida).
Con este panorama, ahora sí que los de Tito Peinado iban contra todo. Pero se aferraron a ese carácter que tantas alegrías les está dando en la competición doméstica, sostuvieron las embestidas rivales e incluso rozaron romper el empate en varias ocasiones. Solo el larguero lo impidió. Y dado que la tarde-noche se había pintado de épica, pues hubo dos tazas: tocaba prórroga.
Ya en el tiempo extra, con la premisa clara de que estaba terminantemente prohibido rendirse, el Onti sacó tiró de las reservas de fuerza restantes para volver a dominar por momentos. Dispusieron de varias ocasiones claras para abrochar el partido, pero ahí estaba siempre el meta local, que se ocupaba de que todos los intentos hicieran aguas.
Finalmente, esa lotería del fútbol a la que llaman penaltis iba a escribir a ser la responsable de escribir la historia para uno de los dos contendientes. Y en la línea de los 11 metros, no fallaron los del Bajo/Baix Cinca con una sangre fría que, a buen seguro, tenía bien entrenada.
Damián, Mir, Roda y Julen no fallaron sus lanzamientos y, para culminar la gesta, Salas, el portero del Ontineña, se convirtió en héroe al detener uno de los disparos rivales. Quedaba el éxtasis: el Baztán mandaba al cielo el último lanzamiento y comenzó la fiesta de los abrazos, la incredulidad, de jugadores haciendo la croqueta por el suelo antes de llegar a la piña de celebración… En fin, la absoluta locura. Y con razón.
Tras conseguir lo que para muchos hubiera sido un imposible (recordemos que este equipo estaba hace apenas unos años en segunda regional), la localidad más pequeña en competir en esta edición de la Copa del Rey espera con ansias conocer a su próximo rival, sabiendo que, pase lo que pase, ya han hecho historia. No será un equipo de los que juegan la Supercopa de España, pero no importa: en Ontiñena ya están esperando a un rival de primera división. Indescriptible.