Este modelo de negocio es algo más que la simple unión de profesionales o empresas que comparten una zona co-working
En la actualidad, con un mundo empresarial en constante evolución y con el emprendimiento como bandera, la colaboración y la innovación son fundamentales para el éxito de la mayoría de proyectos.
El modelo de estudio colaborativo surge, precisamente, como evolución a los convencionalismos tradicionales de las empresas. Este tipo de propuesta profesional, une lo mejor del trabajo independiente y la colaboración interprofesional y está redefiniendo la forma en que los especialistas de cualquier sector abordan proyectos de mayor envergadura.
A diferencia de la creación tradicional de una empresa, con estructuras jerárquica rígidas y divisiones departamentales, el estudio colaborativo es un espacio dinámico donde profesionales de diversos sectores se unen en un ambiente de trabajo compartido, para implementar sinergias entre ellos, siempre abierto a nuevas colaboraciones y con una posibilidad infinita de fórmulas, para evolucionar profesionalmente.
En el Bajo Cinca, existe el ejemplo de Espacio Diseño, un proyecto surgido en enero de 2017 a través de la unión de Sands Arquitectura, Eco Verde Arquitectura y Tutifru & Co.
Las necesidades del mercado de Fraga y comarca, que demandaban abordar proyectos de mayor envergadura, hizo que Sheila, Daniel, Sisco y Sergio se uniesen en este tipo de propuesta. Esta colaboración interprofesional hizo que pudieran ofrecer un mejor y más completo servicio. De hecho, una de las ventajas de un estudio colaborativo, es su capacidad para abordar proyectos de mayor envergadura sin la necesidad de una estructura tradicional, gracias a la unión de profesionales relacionados entre sí, trabajando de forma conjunta en un mismo espacio.
Es más común, seguramente, ver espacios colaborativos en sectores como la investigación, ciencia, desarrollo de software o proyectos de Innovación Abierta. En todos ellos, siempre se destacan las ventajas para conseguir los objetivos marcados y para expandir el alcance de los proyectos. Por eso, era lógico pensar que este modelo empezaría a implantarse en sectores más tradicionales.
Por otra parte, en EEUU, el modelo ya ha empezado a evolucionar y ya hay empresas que ofrecen espacios para trabajo colaborativo y programas de formación en tecnología y emprendimiento. Un elemento que sirve, no solo para ofrecer espacios físicos, sino para impulsar, precisamente, este modelo empresarial. Galvanize es la empresa más conocida del sector, tienen ubicaciones en varias ciudades de Estados Unidos, como San Francisco, Seattle y Denver, y proporcionan un entorno donde los emprendedores pueden colaborar en proyectos tecnológicos innovadores.
Un estudio colaborativo es un espacio vivo. Tal y como indican desde Espacio Diseño en el Bajo/Baix Cinca. “Mediante una estructura abierta y una estrategia de co-creación, integramos diferentes metodologías de trabajo en un único espacio logrando así ser más eficientes en nuestros procesos y sacar el máximo rendimiento a los recursos creativos, para llegar a resultados innovadores y relevantes.”
Al unir fuerzas con otros profesionales, se puede aprovechar una amplia gama de habilidades y conocimientos especializados, lo que permite abordar proyectos complejos de manera más eficiente y efectiva. En el caso de Espacio Diseño, cuyo foco principal parte de la arquitectura, construcción e interiorismo, estas sinergias les han permitido evolucionar para ofrecer proyectos integrales incluyendo decoración, imagen de marca y comercial o diseño de exteriores. Por lógica, los profesionales implicados en esta iniciativa van creciendo. A parte de los cuatro fundadores del proyecto, actualmente hay cuatro personas más trabajando con ellos, tres fijos en plantilla y una en prácticas y colaboran habitualmente con profesionales externos vinculados a la geología, jardinería, ingeniería, etc…
Otra ventaja clave del estudio colaborativo es su capacidad para fomentar la innovación y la creatividad. Al reunir a profesionales de diferentes sectores, se generan perspectivas diversas y se estimula el intercambio de ideas, lo que puede dar lugar a soluciones innovadoras y fuera de lo común. Además, al trabajar en un entorno colaborativo, se fomenta la experimentación y el aprendizaje continuo, lo que contribuye aún más a la creatividad y la innovación.
En definitiva, una mentalidad abierta para afrontar nuevos retos es la clave de este tipo de proyectos.
Otro variante del estudio colaborativo, para proyectos que requieren de características especiales, como es el caso de las industrias culturales, es la Factoría de Industrias Creativas que va un paso más allá y sirve de aceleradora para proyectos vinculados a las empresas creativas. Desarrollo, financiación, subvenciones, internacionalización,… ofrecen una serie de ventajas para los emprendedores del sector muy interesantes.
Los modelos empresariales tradicionales evolucionan para ofrecer mejores servicios y el estudio colaborativo, es uno de los que más repercusión están teniendo hoy en día.