El Ayuntamiento de Fraga, la Comarca del Bajo/Baix Cinca y Cáritas Diocesana Barbastro-Monzón resaltan la gran labor que se está llevando a cabo en los alojamientos de Clara Campoamor
Un total de 161 personas han sido atendidas en el albergue municipal de Fraga y en los alojamientos de Clara Campoamor desde que comenzó la campaña frutícola a comienzos de mayo. En una reunión mantenida en la tarde del lunes, el Ayuntamiento de Fraga, los Servicios Sociales de la Comarca del Bajo/Baix Cinca y Cáritas Diocesana Barbastro-Monzón han puesto en valor el trabajo conjunto que se está llevando a cabo en este nuevo recurso cuyo fin es ofrecer vivienda a los temporeros en situación regular que llegan a trabajar a la zona.
En esta reunión, como novedad, se ha ajustado el tiempo de permanencia en los alojamientos de Clara Campoamor. Hasta ahora, las personas con trabajo podían permanecer hasta siete días y las personas en búsqueda de empleo, hasta tres; a partir de ahora, los temporeros con empleo podrán estar hasta tres semanas y los que no tienen empleo, hasta un máximo de siete días.
Además, han querido resaltar que se está haciendo una enorme labor desde las tres entidades y que, aunque las personas en situación irregular no tengan acceso a este recurso habitacional destinado a temporeros, son igualmente atendidas por los Servicios Sociales de la Comarca y diferentes entidades como Cáritas, Cruz Blanca y Cruz Roja, en conformidad con los protocolos de actuación establecidos. A través de estos protocolos, las personas en situación irregular tienen acceso a información, orientación y asesoramiento, y apoyo en alimentos, ropa y otras ayudas que se valoran en función de las necesidades individuales que se plantean.
En esta temporada frutícola, el volumen de personas que ha llegado a la capital bajocinqueña para trabajar es mayor que años atrás, situándose en valores similares a los veranos anteriores a la pandemia, cuando no existía ningún tipo de recurso habitacional para estas personas.
Este incremento de la población que ha migrado a la zona se debe a que las condiciones climatológicas han sido óptimas y la producción se encuentra en niveles máximos, a diferencia de los últimos años cuando se produjeron importantes mermas debido a las heladas. Como consecuencia, la necesidad de mano de obra ha sido mayor y el trabajo que se está realizando en los alojamientos de Clara Campoamor -donde se han invertido alrededor de 350.000 euros desde el Ayuntamiento de Fraga y Cáritas-, también.