Miguel Ángel Lacoma: A propósito del Black Friday

Black Friday por Miguel Angel Lacoma

Dicen que, a finales del siglo XIX, había jóvenes españoles que se cortaban un dedo, concretamente el índice de la mano derecha

Cualquiera en su sano juicio sabe que esto es una locura. Pero tenían un motivo poderoso. Sin ese dedo concretamente, no podían disparar un fusil. De este modo evitaban ser reclutados por el ejército y enviados a la guerra en Cuba. Se consideraba la guerra en Cuba una muerte prácticamente segura para un joven español de la península. Si no era una bala, un mortero o una bayoneta, cualquier enfermedad tropical pondría fin a su vida.

Un antepasado mío, de nombre Pascual Chela, fue reclutado y nunca volvió. Su cadáver quedó en la isla caribeña. Pascual no quiso cortarse el dedo, o no se le ocurrió, no lo sé. Quizá fuera optimista como yo, y pensaba que volvería a la península con alguna medalla y algún tipo de pensión.

Por este motivo, me duele especialmente que haya hoy empresas que decidan alegremente cortarse un dedo. En algunos casos no tienen suficiente con el dedo y se cortan el brazo entero. Y lo celebran y anuncian por todo lo alto.

¿Cómo se corta el dedo una empresa estarás pensando?

Dando descuentos. Porque sí. Sin analizar cómo afectan estos descuentos a su resultado. Porque todos lo hacen. Porque hay que celebrar el «Black Friday».

Cuando haces descuentos para librarte de productos obsoletos, o que no tienen rotación, es una buena estrategia. Algo de liquidez conseguirás, a pesar de que generes una pérdida. Si no lo liquidas, tendrás la pérdida (aunque no la contabilices) y no tendrás liquidez.

Cuando el descuento es para vender más: PELIGRO. Si haces descuentos tienes que aumentar mucho más las ventas para que compense la destrucción de margen. Mucho más, no un poco más. ¿Lo conseguirás?. Y, ¿estás seguro de poder aumentar mucho más las ventas sin aumentar tus gastos fijos (contratar más personal)? En este caso, podemos ir a peor todavía.

Cuando veo carteles con descuentos del 50% o del 70% incluso, creo que las empresas no saben con qué margen comercial trabajan. Se están cortando un dedo a cambio de nada. Aquellos jóvenes de hace 150 años, al menos lo hacían para salvar su vida. Una falta de respeto me parece.

Y lo que es peor, este tipo de heridas en la empresa se suelen infectar y son de cura difícil.

Así que mucho cuidado con los descuentos por que sí, digo, por Black Friday.

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