Quitar el rebozado de cemento y dejar la piedra descubierta es una solución estéticamente atractiva que está en tendencia, pero también una solución funcional que permite evitar problemas de humedad y preservar el carácter original de las casas antiguas
Las casas antiguas tienen un encanto especial, pero con los años, muchas de ellas han sido recubiertas con capas de cemento que ocultan su verdadera belleza. Hoy en día, cada vez más propietarios deciden quitar ese rebozado de cemento para dejar la piedra original a la vista. Esta práctica no solo mejora la estética del edificio, sino que también ayuda a resolver problemas de humedad que han afectado a estas viviendas durante décadas.
Para entender mejor las soluciones técnicas que aportan retirar el antiguo rebozado de cemento, hemos consultado con Espacio Diseño, despacho de arquitectura referente en la comarca del Bajo/Baix Cinca y expertos en este tipo de rehabilitaciones.
¿Por qué se rebozaban las casas antiguamente?
En el pasado, cubrir las fachadas con mortero o cemento era una práctica común. Este recubrimiento se usaba para proteger las paredes de piedra de la lluvia, el viento y otras inclemencias del tiempo. Además, en muchas épocas, el cemento era visto como un material “moderno” que ofrecía acabados uniformes y lisos, siguiendo las tendencias arquitectónicas del siglo XX. Sin embargo, lo que parecía una solución funcional resultó tener efectos negativos a largo plazo.
Los problemas que genera el cemento en las casas antiguas
Tal y como nos han explicado desde Construcciones Aglo Fraga, el rebozado de cemento, aunque inicialmente cumple con su función de impermeabilizar, tiene un problema importante: no deja transpirar las paredes. Esto significa que la humedad que sube desde los cimientos o que se genera en el interior de la casa no puede salir. El resultado son problemas como condensación, manchas de moho y deterioro de los materiales originales.
Además, el cemento no es compatible con la piedra ni con los morteros tradicionales de cal que se usaban en las construcciones antiguas. Con el tiempo, estas diferencias provocan fisuras, desprendimientos y, en muchos casos, daños irreparables a la estructura.
Beneficios de dejar la piedra al descubierto
Quitar el rebozado de cemento y dejar la piedra visible tiene varias ventajas. En primer lugar, mejora significativamente la estética de la casa, devolviéndole su apariencia original y resaltando su carácter histórico. Esto no solo aumenta su valor patrimonial, sino que también la convierte en un elemento destacado dentro del entorno.
En segundo lugar, al eliminar el cemento, las paredes pueden volver a transpirar. Esto reduce los problemas de humedad y crea un ambiente interior más saludable. Además, la piedra natural es un material duradero que, con el mantenimiento adecuado, puede resistir perfectamente el paso del tiempo.
¿Qué debes tener en cuenta antes de hacerlo?
Antes de retirar el rebozado, es importante evaluar el estado de la piedra. En algunos casos, puede ser necesario restaurar las juntas o reforzar ciertas áreas. Además, es fundamental trabajar con profesionales que utilicen técnicas cuidadosas para evitar daños durante el proceso. Siempre es importante consultar con experto en la materia como el estudio fragatino Espacio Diseño y Construcciones Aglo Fraga.
Quitar el cemento y dejar la piedra al descubierto no es solo una cuestión de moda; es una forma de devolverle a las casas antiguas su personalidad y de asegurar su conservación para las futuras generaciones. Si estás pensando en renovar una vivienda histórica, esta opción puede ser ideal para ti.